SANTIAGO. El pasado 16 de mayo se estableció que en tan solo cinco días dos ginecólogos habian sido enviados al Centro de Corrección y Rehabilitación de Rafey para cumplir tres meses de prisión preventiva tras haber sido acusados de abuso sexual.

El primero en ser enviado a Rafey fue el doctor Rafael Arturo Cid Cid, quien fue acusado de violar a dos de sus pacientes y cumplirá tres meses de prisión preventiva.
Una de las pacientes que acusa a Cid explicó que el doctor le dijo que debía provocarle un orgasmo para determinar el tipo de afección vaginal que padecía.

La joven, de 19 años, le creyó pero después que el médico la penetró por primera vez salió corriendo del baño del consultorio.

Contra Cid, que también es teniente coronel activo de la Policía Nacional, hay otra acusación hecha por una paciente que vive en Samaná, quien señaló que el doctor la tocaba de una forma impropia.

El segundo ginecólogo detenido es el doctor Alberto Paulino Guareño, a quien le impusieron seis meses de prisión preventiva el domingo pasado.

Contra Paulino Guareño se han querellado al menos tres mujeres, quienes lo acusan de haber cometido los abusos sexuales en su consultorio, ubicado en un centro de salud privado.

El caso de Paulino Guareño se investigaba desde la semana pasada, tal como se informó cuando se dictó medida de coerción contra Arturo Cid el pasado miércoles 10 de este mes.
Las identidades de las víctimas de ambos doctores se ha preservado para evitar que sean revictimizadas.

Dos dirigentes de entidades que trabajan por la equidad de género y una funcionaria del Ministerio Público en esta ciudad expresaron su preocupación por los recientes casos de violaciones sexuales y abusos contra mujeres, principalmente por dos médicos, quienes habrían violado varias de sus pacientes.

Susi Pola, fundadora del Núcleo de Apoyo a la Mujer y Olivia Liz, del Ministerio de la Mujer, declararon que la sociedad de Santiago debe empoderarse y rechazar todos los abusos y vejámenes que se cometen contra las mujeres.

“Entendemos que cuando una mujer acude donde un médico en busca de salud física y es víctima de alguna agresión sexual, entonces la situación se complica más, ya que se le crea un trauma familiar y sicológico”, manifestó la señora Pola.

Indicó que muchas mujeres abusadas deciden no presentar denuncias, pero que los casos son recurrentes y llega un momento en que la víctima tiene que buscar ayuda no solo de las autoridades, sino de las organizaciones civiles que trabajan para defender sus derechos.

Mientras que Sumaya Rodríguez, en representación de la Fiscalía destacó los trabajos que se realizan para orientar a las víctimas de los abusos y al mismo tiempo lograr que los culpables de los hechos paguen por los mismos.

El Movimiento Vida Sin Violencia (MOVIDA) considera que los servicios de salud deben ser lugares seguros y con un código deontológico de ética a toda prueba.

Indica que para una mujer denunciar abuso sexual y más frente a una persona con poder social, requiere de mucha firmeza y valor.

Precisa que MOVIDA acoge y saluda la actuación de la justicia local de admitir como buenos y válidos los testimonios de las víctimas y aplicar medidas de prisión preventiva a los imputados.